Veamos algunos de sus beneficios:
- permite una buena apertura toráccica separando las costillas, lo cual facilita la respiración
- al crear espacio, nuestro bebé también puede ampliar sus movimientos
- activa el funcionamiento de los órganos abdominales, especialmente bazo, páncreas e hígado
- moviliza las vértebras lateralmente de forma eficiente pero sin forzar
- estira la cintura y las piernas
- fortalece los muslos y pantorrillas
Cómo practicarla:
- Colócate de pie separando bien las piernas. Mantén la punta del pie izquierdo hacia el frente y gira la del derecho hacia la derecha.
- Haz una inspiración, y al exhalar flexiona tu pierna derecha
- coloca firmemente tu mano derecha sobre la rodilla flexionada, y siéntete bien apoyada
- Expulsa el aire de tus pulmones, y con la inspiración eleva lateralmente tu brazo izquierdo, formando una línea entre éste, tu costado, la cadera y la pierna izquierda, de manera que sientas que se estira todo tu lado izquierdo.
- Para completar la postura y trabajar el cuello, dirige tu mirada arriba hacia tu mano
- No fuerces, el estiramiento tiene que ser placentero. Haz unas cuantas respiraciones relajando todas las tensiones.
- Para salir, haz una exhalación, y con la inspiración ve estirando la pierna flexionada y haciendo que tu brazo baja por el lado hasta llegar a la postura de partida. Gira la punta de tu pie derecho hacia el frente y poco a poco acerca tus pies entre sí hasta quedar cómodamente de pie.
- Repite todos los pasos esta vez hacia el otro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario