viernes, 4 de marzo de 2011

Tratak. Ojos y Mente Saludables.

La mirada está vinculada al pensamiento. Un pensamiento alegre ilumina los ojos, y uno triste los ensombrece. Una imagen agradable reconforta al pensamiento, y una desagradable lo inquieta. Cuando la mirada se enfoca en algo, la mente también se enfoca en ello. Cuando no somos capaces de concentrarnos la vista está saltando de un lado a otro, y si tenemos muchos estímulos

visuales, es difícil concentrarse. En fin… el pez que se muerde la

cola. Pero esto es una gran ventaja si sabemos aprovecharla.

Desde mi experiencia, el trabajo con los ojos es una de las vías más rápidas y eficaces para enfocar el pensamiento, ganar en concentración y aquietar la mente. Es tan fácil y tan útil, que no podemos pasarlo por alto. Esto te servirá toda la vida, en el embarazo, en el parto, en el trabajo, en lo cotidiano. Yo personalmente, y sobre todo en las temporadas en que tengo que trabajar más o estoy más inquieta y necesito descansar mejor, lo hago todos los días; a veces ya acostada antes de dormir, y es mano de santo.

Hay un ejercicio clásico que se hace con una vela, mirando fijamente a la llama sin pestañear, y manteniendo la imagen en la mente cuando cerramos los ojos. Este ejercicio podemos explicarlo con detalle, pero de momento lo dejaremos para otra ocasión, y nos vamos a centrar en todo lo que le rodea, que es una serie de estiramientos de los músculos oculares y de movimientos de enfoque de la vista. Vamos a por ello.

Cómo se practica:

1. Ponte cómoda. Puedes sentarte o tumbarte si prefieres, pero adopta una buena postura en la que tu espalda no se tense y puedas relajarte. (Si quieres revisa el artículo de las posturas cotidianas).

2. Manteniendo la cabeza quieta, mueve los ojos estirando bien su musculatura.

  • Primero llévalos hacia arriba, bien arriba, como si quisieras ver tu frente, y luego hacia abajo como si quisieras verte los labios. Repite este movimiento hacia arriba… y hacia abajo…, deteniéndote un par de segundos en ambos sitios, y sintiendo bien el estiramiento. Hazlo unas 3 ó 4 veces, y vuelve al centro.
  • Ahora gíralos hacia la derecha, estirando bien, y luego hacia la izquierda, como queriendo ver tus orejas. A un lado… y al otro…, deteniéndote unos segundos y sintiendo tus músculos trabajar. Así 3 ó 4 veces, y vuelves al centro.
  • Ahora vamos a trazar diagonales: primero estira los ojos llevándolos arriba a la derecha… y abajo a la izquierda…, siempre pausando. Otras 3 ó 4 veces, y al centro.
  • Finalmente la otra diagonal: lleva los ojos arriba a la izquierda… y abajo a la derecha…, parando unos segundos. Házlo 3 ó 4 veces, y al centro.

3. Para completar el estiramiento, vamos a girar los ojos. Lentamente 3 vueltas en sentido de las agujas del reloj, y otras 3 en sentido inverso. Procura hacer todo el recorrido lentamente y estirando bien. Al acabar las vueltas, vuelve al centro, y cierra tus párpados unos segundos. Siente los ojos.

4. Ahora trabajemos el enfoque.

  • Primero enfoca la punta de la nariz, y luego, mira al horizonte (procura no detener tu mirada en un plano cercano, mira lo más lejos posible). Vuelve a la punta de la nariz, y de ahí al horizonte. A la nariz, y a lo lejos… Así unas 8 ó 9 veces.
  • Ahora vamos a necesitar un punto medio, así que estira un brazo, con la mano suavemente cerrada y el pulgar extendido. Enfoca primero la punta de la nariz, luego el pulgar, y finalmente el horizonte, deteniéndote unos segundos en cada punto. Del horizonte pasa al dedo y luego a la nariz. Repite unas 8 ó 9 veces. Acaba enfocando a lo lejos, y baja tu brazo.

5. Finalmente cierra los ojos, y frota ambas manos hasta calentarlas. Luego posa las palmas sin hacer presión sobre tus párpados y deja que el calor los traspase. Hazlo un par de veces más.

6. Listo!



Este ejercicio es genial. No sólo te facilitará la concentración, la relajación mental y el descanso, sino que irrigará bien los ojos, mejorará la vista, les dará brillo y salud.

Disfrútalo.

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