miércoles, 31 de agosto de 2011

One World Birth



¡Cuánto tiempo sin escribir por aquí! Como decía la canción: "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida..." y sí, las da, pero espero retomar el ritmo y traer cosas interesantes.

Hoy traigo una invitación. ¿Conoces el proyecto "One World Birth"? Nace de la necesidad de que se reconozca la capacidad natural de la mujer para dar a luz y criar a su bebé, de que las prácticas obstétricas sean respetuosas y no invasivas, de que el parto no sea visto como un negocio...

Y para difundir esta petición por el planeta, se ha reunido a profesionales de todo el mundo que llevan años trabajando por ello, algunos de los cuales han ayudado crear una diferencia en la manera de ver la gestación, el parto y la crianza.

Si quieres más información, e incluso colaborar, haz click en el siguiente enlace:


Y también te dejo un enlace a un video (está en inglés, pero subtitulado en español) por si quieres escuchar algo más del proyecto.



Un abrazo,
Maite

jueves, 26 de mayo de 2011

Mareos, Náuseas y Pushan Mudra


Un síntoma común en la primera etapa del embarazo es el mareo y las náuseas, pero por común que sea, no deja de ser molesto. Aunque se puede presentar en cualquier momento del día, es más habitual durante la mañana y también después de estar de pie durante largo tiempo. Los mareos del embarazo van asociados a una bajada de la tensión arterial, lo cual es normal cuando hay cambios de postura como al levantarse de la cama, pero también hay otras cuestiones como los cambios hormonales.

Indagando he encontrado información sobre las posibles causas de este malestar, y aquí resumo las 4 más importantes:


* bajada de tensión arterial por cambios bruscos de postura. Se aconseja cambiar progresivamente de una postura a otra y acompañar cada movimiento con una respiración pausada.
* hipoglucemia, o bajada del nivel de azúcar en la sangre. Para evitarlo se recomienda comer alguna fruta, un poco de pan o una galleta, y comer más frecuentemente aunque no en grandes cantidades.
* anemia, que se mejora comiendo mejor y más frecuentemente
* el útero está creciendo y puede hacer más lenta la circulación al presionar las venas de la pelvis y la vena cava inferior. Pero ésto ocurre en el segundo y tercer trimestre. Se sugiere recostarse sobre el costado izquierdo para facilitar la circulación.
* incremento de las hormonas progesterona y gonodatrofina coriónica. Con éstos nombres entiendo que den mareos. El tema es que para ésto no hay otro remedio que esperar a que lleguemos al segundo trimestre...

De acuerdo. Pero en muchos casos, con las náuseas no entra nada de comer, y en el primer mes del embarazo el útero no está dificultando la circulación. Son interesantes los consejos anteriores, aunque yo incluiría sin dudas una modificación en la respiración.

Podemos empezar estirándonos en la cama para activar el sistema circulatorio antes de levantarnos. Hacer unas respiraciones profundas, e incorporarnos suavemente. Ess muy buena costumbre al levantarse abrir la ventana y respirar el aire fresco de la mañana. Normalmente esto reconforta y da energía, aunque a veces el mareo no se pasa, e incluso puede ser que ese día tengamos náuseas.

Si es así, colócate semi-recostada un rato, y comienza a respirar conscientemente. No tienes que llevar ningún ritmo específico pero sí procura tomarte tu tiempo. Normalmente hacemos la respiración más lenta y profunda, pero cuando hay una bajada de tensión, simplemente sentimos la respiración... procuramos que la inspiración sea un poco más profunda pero no retenemos el aire (durante el embarazo NO hacemos retenciones de aire, salvo en ejercicios puntuales), y la expulsión la hacemos espontánea, sin dirigirla.

Lo que vamos a añadir a esta respiración consciente, es el PUSHAN MUDRA. Esta posición de las manos es fantástica cuando tenemos mareos y náuseas. Activa ciertos canales energéticos que estabilizan nuestra circulación, equilibran el estómago y nos dan alivio. Es más fácil ver una imagen que hacer una descripción de la postura de cada mano, así que observa la foto, y adopta este útil mudra con tus manos. Fíjate que la postura de la mano izquierda y la de la derecha son diferentes. Después de respirar un rato utilizando éste mudra de las manos, verás que te encuentras mejor.

jueves, 31 de marzo de 2011

Malasana para Abrir tus Caderas

Malasana no es nada mala asana en la preparación al parto. Al contrario, es genial!
De hecho, yo diría que es fundamental durante el embarazo y la preparación al parto, y te recomiendo que la incluyas en tus ejercicios diarios.
Como puede observarse, es una postura muy útil para dar a luz, pues permite que los huesos de la pelvis se abran totalmente facilitando el paso del bebé. Por otra parte estira el perineo y los glúteos, y fortalece las piernas, y todo ello nos interesa de cara al trabajo de parto.
Si no estás habituada a practicar este ejercicio, quizás te resulte un poco incómodo al principio, así que no dudes en utilizar un apoyo tal y como se muestra en la siguiente foto. También puede serte útil apoyar la punta de los pies y no toda la planta (esto para quien no tiene suficiente elasticidad en los glúteos y la parte posterior de las piernas). Sea cual sea tu caso, no desistas, y procura ponerte todos los días en cuclillas. A veces ganamos más con una práctica frecuente y menos intensa que con sesiones esporádicas intensas, pues el estiramiento de los músculos y el trabajo de las articulaciones es algo en lo que se avanza progresivamente.

Cómo practicarla:
  1. Colócate de pie, separando los pies algo más que el ancho de tus caderas y con las puntas ligeramente hacia afuera. Coloca ambas manos juntas frente a tu pecho. Relaja el cuerpo.
  2. Haz una inspiración, y con la exhalación ve flexionando poco a poco tus rodillas hasta llegar abajo. Si usas una banqueta (u otro apoyo, en la foto uso una caja de madera) baja hasta sentarte en ella.
  3. Una vez abajo, coloca tus codos en la parte interna de tus rodillas, y baja ligeramente las manos juntas de manera que los codos empujen a las rodillas abriendo aún más tus caderas. Respira profunda y tranquilamente.
  4. Permanece en la postura mientras estés cómoda, y si no lo estás, manténla un rato y luego levántate, descansa, y vuelve a intentarlo una vez más. Verás como vas avanzando y ganando elasticidad poco a poco.
  5. Para terminar, afloja la tensión de tus antebrazos dejando de empujar las rodillas, balancea tu tronco un poco hacia el frente para ganar en equilibrio, apoya tus manos en las rodillas, y con una inspiración comienza a levantarte estirando tus piernas mientras tus manos se deslizan por los muslos. Al acabar el movimiento expulsa el aire, acerca los pies entre sí y comienza a relajar los brazos, hombros, piernas, ingles...
Adelante. No esperes más... a practicar! Esta postura va a ser tu aliada.

viernes, 18 de marzo de 2011

Prepárate para el Parto.

Para el yoga la salud es algo global que depende del balance de todos lnuestros aspectos. Y aunque muchos lo ven sobre todo como una disciplina física, en realidad es mucho más. Muchas de sus herramientas van enfocadas a conseguir un equilibrio tanto a nivel emocional como mental (por ejemplo los ejercicios de respiración y pranayama o la meditación).

Cuando nuestro cuerpo está vital, fuerte, flexible, es más fácil que los aspectos psíquicos estén equilibrados. Por ello es necesario ejercitarnos y hacer unas buenas asanas. Y esto en el embarazo hay que recalcarlo, porque tener una buena forma física no sólo nos ayuda durante la gestación sino que definitivamente nos prepara para el trabajo del parto.

Este momento requerirá tu energía tanto física, como mental y emocional. Durante el parto echarás mano de todas las habilidades que hayas ido cultivando: la flexibilidad, la fuerza, la resistencia, la conciencia de una buena postura, el movimiento pélvico y perineal, el enfoque, la concentración, la paciencia, el respeto hacia ti misma, la respiración, la relajación… ¿seguimos enumerando? Todo lo que tú seas estará presente antes, durante y después del parto. ¿Qué te parece empezar a trabajar ya?

Y no descuides ningún aspecto: haz asanas, haz respiraciones, relájate, visualiza, camina, duerme, ríe… Te sentirás más poderosa. Y eso te preparará para poder hacer que tu parto sea más seguro, más fácil, más llevadero, (y por qué no, a veces hasta más corto). Todo es una cuestión de energía. Cárgate de energía y aprende a gestionarla, y así venga lo que venga tendrás más capacidad de adaptarte y de mostrar tu mejor cara dando todo de ti en este maravilloso episodio de tu vida.

sábado, 12 de marzo de 2011

Torsión de Pie. Mirando a la Luna.

Durante el embarazo, sobre todo en el segundo y tercer trimestre, no hay muchas torsiones de espina dorsal que podamos hacer, y las torsiones son magníficas para movilizar las vértebras y dar elasticidad a la columna. Normalmente vemos que las posturas o asanas mueven la columna flexionándola en uno o varios tramos hacia delante o hacia atrás (flexiones y extensiones), consiguiendo así más flexibilidad e irrigación, y también las hay que giran las vértebras (torsiones) añadiendo con ello un movimiento poco frecuente en la vida cotidiana. Y nos interesa hacer estos giros porque si no vamos

perdiendo movilidad y endureciéndonos.

Volviendo al tema del embarazo, como las torsiones involucran al conjunto de la pelvis (sacro, ilíacos, pubis, etc.), a partir del segundo trimestre hemos de hacer torsiones que movilicen nuestras vértebras medias y superiores, pero que sean suaves con las vértebras bajas y la pelvis. Este es el caso de la asana de hoy, un ejercicio estupendo fácil de hacer que te dará mucha vitalidad. No es una postura estática, sino un movimiento contínuo.



























Cómo se practica:

  1. Colócate de pie, en Tadasana, flexionando suavemente tus rodillas. Siente cómo tu columna está bien alineada y sin tensiones. Coloca las manos en la cintura y mantén relajados los hombros.
  2. Haz una inspiración, y mientras expulsas suavemente ve girando tu tronco y cabeza hacia la derecha. Cuando hayas girado todo lo posible (siempre sin forzar), levanta la cabeza como si quisieras mirar a la luna que se halla detrás de tí.
  3. Sin parar el movimiento, vuelve a bajar la cabeza suavemente, y comienza a inspirar mientras vas girando tronco y cabeza al frente hacia la posición inicial.
  4. Continuando con el movimiento, y ahora con la expulsión del aire gira esta vez hacia tu lado izquierdo, y cuando completes el giro, levanta nuevamente la cabeza para mirar a la luna.
  5. Sigue el movimiento, baja la cabeza, e inspirando vuelve nuevamente al frente, y con la expulsión sigue hacia la derecha, mira la luna…
  6. Repite la secuencia a un lado y otro unas cuantas veces (8 ó 10), siempre con suavidad, respirando tranquilamente, y siendo consciente en todo momento del buen trabajo que está haciendo tu columna.
  7. Acaba cuando el movimiento te deje mirando al frente al final de una inspiración, entonces con la exhalación baja tus brazos relajando los hombros, y quédate unos instantes con los ojos cerrados sintiendo tu cuerpo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Tratak. Ojos y Mente Saludables.

La mirada está vinculada al pensamiento. Un pensamiento alegre ilumina los ojos, y uno triste los ensombrece. Una imagen agradable reconforta al pensamiento, y una desagradable lo inquieta. Cuando la mirada se enfoca en algo, la mente también se enfoca en ello. Cuando no somos capaces de concentrarnos la vista está saltando de un lado a otro, y si tenemos muchos estímulos

visuales, es difícil concentrarse. En fin… el pez que se muerde la

cola. Pero esto es una gran ventaja si sabemos aprovecharla.

Desde mi experiencia, el trabajo con los ojos es una de las vías más rápidas y eficaces para enfocar el pensamiento, ganar en concentración y aquietar la mente. Es tan fácil y tan útil, que no podemos pasarlo por alto. Esto te servirá toda la vida, en el embarazo, en el parto, en el trabajo, en lo cotidiano. Yo personalmente, y sobre todo en las temporadas en que tengo que trabajar más o estoy más inquieta y necesito descansar mejor, lo hago todos los días; a veces ya acostada antes de dormir, y es mano de santo.

Hay un ejercicio clásico que se hace con una vela, mirando fijamente a la llama sin pestañear, y manteniendo la imagen en la mente cuando cerramos los ojos. Este ejercicio podemos explicarlo con detalle, pero de momento lo dejaremos para otra ocasión, y nos vamos a centrar en todo lo que le rodea, que es una serie de estiramientos de los músculos oculares y de movimientos de enfoque de la vista. Vamos a por ello.

Cómo se practica:

1. Ponte cómoda. Puedes sentarte o tumbarte si prefieres, pero adopta una buena postura en la que tu espalda no se tense y puedas relajarte. (Si quieres revisa el artículo de las posturas cotidianas).

2. Manteniendo la cabeza quieta, mueve los ojos estirando bien su musculatura.

  • Primero llévalos hacia arriba, bien arriba, como si quisieras ver tu frente, y luego hacia abajo como si quisieras verte los labios. Repite este movimiento hacia arriba… y hacia abajo…, deteniéndote un par de segundos en ambos sitios, y sintiendo bien el estiramiento. Hazlo unas 3 ó 4 veces, y vuelve al centro.
  • Ahora gíralos hacia la derecha, estirando bien, y luego hacia la izquierda, como queriendo ver tus orejas. A un lado… y al otro…, deteniéndote unos segundos y sintiendo tus músculos trabajar. Así 3 ó 4 veces, y vuelves al centro.
  • Ahora vamos a trazar diagonales: primero estira los ojos llevándolos arriba a la derecha… y abajo a la izquierda…, siempre pausando. Otras 3 ó 4 veces, y al centro.
  • Finalmente la otra diagonal: lleva los ojos arriba a la izquierda… y abajo a la derecha…, parando unos segundos. Házlo 3 ó 4 veces, y al centro.

3. Para completar el estiramiento, vamos a girar los ojos. Lentamente 3 vueltas en sentido de las agujas del reloj, y otras 3 en sentido inverso. Procura hacer todo el recorrido lentamente y estirando bien. Al acabar las vueltas, vuelve al centro, y cierra tus párpados unos segundos. Siente los ojos.

4. Ahora trabajemos el enfoque.

  • Primero enfoca la punta de la nariz, y luego, mira al horizonte (procura no detener tu mirada en un plano cercano, mira lo más lejos posible). Vuelve a la punta de la nariz, y de ahí al horizonte. A la nariz, y a lo lejos… Así unas 8 ó 9 veces.
  • Ahora vamos a necesitar un punto medio, así que estira un brazo, con la mano suavemente cerrada y el pulgar extendido. Enfoca primero la punta de la nariz, luego el pulgar, y finalmente el horizonte, deteniéndote unos segundos en cada punto. Del horizonte pasa al dedo y luego a la nariz. Repite unas 8 ó 9 veces. Acaba enfocando a lo lejos, y baja tu brazo.

5. Finalmente cierra los ojos, y frota ambas manos hasta calentarlas. Luego posa las palmas sin hacer presión sobre tus párpados y deja que el calor los traspase. Hazlo un par de veces más.

6. Listo!



Este ejercicio es genial. No sólo te facilitará la concentración, la relajación mental y el descanso, sino que irrigará bien los ojos, mejorará la vista, les dará brillo y salud.

Disfrútalo.

viernes, 25 de febrero de 2011

Qué es una Asana

Normalmente diríamos que “asana” es el nombre que recibe cada una de las posturas que se practican en yoga. Pero nos quedaríamos cortas. Si bien hacer una asana es adoptar una postura, no se trata solamente de una postura física, sino de una postura interna, de una actitud.

En una asana hay una posición del cuerpo concreta que influye de manera particular sobre algunos órganos, o glándulas, o sobre la columna, y que activa canales de energía específicos. Pero para obtener sus beneficios generosamente, no basta con colocarse en la postura sino que es necesario,

  • primero, relajar todo lo relajable,
  • segundo, respirar profunda y conscientemente,
  • tercero enfocar nuestra mente en la asana, y
  • cuarto, entregarnos y convertir esa experiencia en disfrute

Entonces, estamos haciendo una asana, o mejor dicho: la asana se está haciendo en nosotros.

Ahora imagínate convertir toda práctica en un disfrute ¡es maravilloso! No importa que la postura no sea “estructuralmente perfecta”, que no pueda bajar más, o girar bien, o flexionar mejor… realmente no es tan importante. Haz la postura lo mejor que puedas sin forzar nunca, sin pretender llegar a donde no llegas, pero mientras estés realizándola, relaja, respira, mantente ahí presente, entrégate y disfruta. Una buena actitud cambiará radicalmente tu práctica haciéndola más útil, más generosa y más placentera. No sólo pienses en tu bebé, quiérete mucho a ti misma, pues eso os beneficiará a ambos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Libera la tensión de tus hombros


Es bastante común tener tensión en el cuello y los hombros. Las razones pueden ser varias: por una cuestión de postura, como la que adoptamos mientras trabajamos en un escritorio, por cargar cosas, o por emociones que somatizamos… Seguro que todo esto te suena familiar.Durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre, tenemos además la circunstancia de que nuestra movilidad se ve un poco disminuída y la pesadez en general aumenta, y esto se refleja claramente en los hombros, que se van tensando. Pero no son sólo los hombros, sino la musculatura que los conecta con los omóplatos y con el cuello, e incluso con la mandíbula. El resultado es por una parte una contracción general y por otra un estancamiento de la energía de tu cuerpo.

Hoy vamos a hacer unos ejercicios sencillos que movilizarán la zona liberando esas tensiones. Es importante que los realices con cierta frecuencia, especialmente cuando notes que la zona empieza a molestarte. Pero si tienes una contractura, y sobre todo si estás en una fase aguda, no es momento de practicarlos, quizás te vendría mejor un masaje relajante y unas buenas respiraciones para sentirte más tranquila y feliz.


Cómo practicarlos

Necesitarás un pañuelo o un cinturón que rodee tus muñecas y las mantenga separadas a una distancia igual que la de tus hombros.



























Ejercicio 1

  1. Siéntate en un banquito cómodamente y con la espalda recta. Para ello te ayudará sentarte más cerca del borde y dejar que tus rodillas bajen un poco.
  2. Coloca delante de tí los brazos estirados y las palmas de las manos extendidas mirándose entre sí. Empuja hacia afuera como intentando separar los brazos y siente la resistencia del pañuelo, pero no tenses los hombros ni el cuello.
  3. Expulsa a fondo el aire, y con la inspiración comienza a levantar lentamente ambos brazos manteniéndolos separados. Sube lentamente y cuando acabe tu inspiración detente, vuelve a relajar los hombros con la exhalación, y al volver a inspirar reinicia el movimiento subiendo más los brazos. Hazlo así hasta que llegues arriba, y mantente un ratito ocupándote de relajar a fondo brazos, hombros y cuello. Observa la acción de la postura sobre la parte alta del pecho y los omóplatos.
  4. Haz una inspiración profunda, y mientras expulsas el aire baja suavemente los brazos hasta la postura inicial. Posa las manos en tus muslos y descansa.

Ejercicio 2

  1. Sentada en el banquito, revisa tu postura, pon la espalda recta y relájate.
  2. Con los brazos hacia tu espalda colócate el pañuelo, que mantendrá la medida del ejercicio anterior, entre las muñecas. Estira los brazos con las palmas de las manos mirándose una a otra. Separa los brazos haciendo una pequeña presión hacia el pañuelo.
  3. Haz una exhalación profunda, relaja a fondo tus hombros como dejando que “caigan” y llevándolos un poco hacia atrás, y con la inspiración levanta suavemente tus brazos hasta donde puedas.
  4. Con cada exhalación relaja aún más los hombros, cuello y mandíbula. Siente cómo tu pecho se abre con cada inspiración y cómo se movilizan los omóplatos. Procura mantenerte en la posición durante unas cuantas respiraciones, sin tensar hombros ni forzar la zona lumbar.
  5. Haz una inspiración profunda, y mientras expulsas el aire ve bajando los brazos hasta la posición inicial. Retírate el pañuelo, posa las manos en los muslos, y descansa.

1.

viernes, 28 de enero de 2011

Estiramiento lateral.



Durante el embarazo hay muchos movimientos que van quedando restringidos, bien porque el cuerpo va cambiando o bien porque nos mostramos temerosas con algunos de ellos. A nivel del tórax es natural que veamos ciertas limitaciones sobre todo en el tercer trimestre, pues por una parte nuestros senos van transformándose y preparándose para alimentar a nuestro bebé, y por otra éste sigue creciendo y tenemos cada vez menos espacio para hacer respiraciones profundas con el diafragma. Por todo ello este estiramiento lateral nos va a resultar un ejercicio muy útil, y es muy fácil de hacer.

Veamos algunos de sus beneficios:
  • permite una buena apertura toráccica separando las costillas, lo cual facilita la respiración
  • al crear espacio, nuestro bebé también puede ampliar sus movimientos
  • activa el funcionamiento de los órganos abdominales, especialmente bazo, páncreas e hígado
  • moviliza las vértebras lateralmente de forma eficiente pero sin forzar
  • estira la cintura y las piernas
  • fortalece los muslos y pantorrillas
Cómo practicarla:
  1. Colócate de pie separando bien las piernas. Mantén la punta del pie izquierdo hacia el frente y gira la del derecho hacia la derecha.
  2. Haz una inspiración, y al exhalar flexiona tu pierna derecha
  3. coloca firmemente tu mano derecha sobre la rodilla flexionada, y siéntete bien apoyada
  4. Expulsa el aire de tus pulmones, y con la inspiración eleva lateralmente tu brazo izquierdo, formando una línea entre éste, tu costado, la cadera y la pierna izquierda, de manera que sientas que se estira todo tu lado izquierdo.
  5. Para completar la postura y trabajar el cuello, dirige tu mirada arriba hacia tu mano
  6. No fuerces, el estiramiento tiene que ser placentero. Haz unas cuantas respiraciones relajando todas las tensiones.
  7. Para salir, haz una exhalación, y con la inspiración ve estirando la pierna flexionada y haciendo que tu brazo baja por el lado hasta llegar a la postura de partida. Gira la punta de tu pie derecho hacia el frente y poco a poco acerca tus pies entre sí hasta quedar cómodamente de pie.
  8. Repite todos los pasos esta vez hacia el otro lado.